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El intendente asistió a la celebración de Prefectura Goya
El intendente Francisco Ignacio Osella asistió el lunes 1 de julio, a la tarde, al acto de celebración por el 209º Aniversario de la creación de la Prefectura Naval Argentina. En Goya se realizó un emotivo acto en la sede de la fuerza, a la vera del riacho Goya donde se reconoció a efectivos de la Prefectura por su actuación en el rescate producido el año pasado , en el cual fueron salvadas las vidas de tres personas.
En primer término, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, tras lo cual el Cura Párroco, Juan Carlos López realizó una invocación religiosa.
En la ocasión, se leyó el discurso del Prefecto General Eduardo Scarzello, jefe de la fuerza a nivel nacional, en el que se detallaron diversas intervenciones en los que tomó parte Prefectura en todo el país, tanto para combatir la pesca ilegal en aguas argentinas como contra el narcotráfico en las aguas de los ríos Paraná y Paraguay.
INTENDENTE OSELLA
Luego hizo uso de la palabra el intendente Osella, quién valoró el rol y la función de la institución en Goya y expresó su esperanza de que el río vuelva a ser una vía de uso comercial que sirva al país, y que en ese aspecto el trabajo de la Prefectura pueda ser aprovechado en plenitud, como en otras épocas.
Dijo el jefe comunal: "La Prefectura de Goya está instalada hace ya muchos años, y siempre digo que Doña Goya y Prefectura habrán estado por el mismo tiempo. La Prefectura es una institución fundamental, en la vida de los argentinos. Pensemos en 209 años, pensemos cómo estaba conformado el país en ese tiempo. Vivíamos los correntinos en una provincia mesopotámica donde no había formas de comunicarse que no fuera por el río, la única forma de llegar, la más rápida que permitía entonces sacar nuestra producción, era por río. Así fue que se instaló la Prefectura en nuestra ciudad, en el mismo momento en que Doña Goya estaba armando su almacén de ramos generales y la historia dice también que el río Paraná fue la gran autopista por la cual salía la producción de esta zona del país. No había caminos, recién a fines del siglo XIX y primeros años del siglo XX aparecieron los ferrocarriles. En la zona hacía falta contar con una institución como Prefectura, que cumplió y cumple ese rol”.
“Sueño con que el río Paraná vuelva a ser la autopista del intercambio comercial de nuestra zona. A siete kilómetros se está construyendo un puerto que cumpla ese rol de sacar la producción de la zona Sur de la provincia de Corrientes, en el departamento de Lavalle. Ese es el objetivo finalmente: que Prefectura vuelva a ser lo que fue en el sentido del cuidado de los bienes que circulaban por él río”, dijo el Intendente.
El titular del DEM indicó que “hoy los buques que pasan por el Paraná son casi todos paraguayos, tenemos poca flota argentina, que en un tiempo fue de las más grandes del continente, sueño que resurja”.
Las finales fueron palabras de agradecimiento a Prefectura “por el trabajo realizado en momentos difíciles de nuestra sociedad, de nuestra ciudad. Cuando tenemos problemas con el agua, ahí está Prefectura, como otras instituciones de la ciudad. Es una institución que comparte siempre nuestra Fiesta Nacional del Surubí, colaborando y dando seguridad”.
RECONOCIMIENTOS AL VALOR
Luego se procedió a dar lectura a las correspondientes resoluciones y disposiciones de Prefectura por la cual se reconoce el mérito por el accionar de efectivos de la fuerza. Ellos son el oficial auxiliar Guido Julián Toledo; el ayudante de Primera, Pedro Lugo y el cabo primero, Antonio Báez, por su trabajo en el rescate de tres personas que cayeron al río el 1 de julio de 2018. Ese día, alrededor de las 23 horas, se produjo un siniestro en las aguas del Paraná, a la altura del kilómetro 967, zona conocida como “LAS PIEDRAS”, a unos 300/400 metros del club náutico “Doña Goya”, donde una embarcación dio vuelta de campana, cayendo sus tres ocupantes al agua.
Al oficial Toledo se le otorgó distinción consistente en distintivo de tercera clase con diploma institucional de reconocimiento; y se consideró que los demás efectivos también son meritorios por su actuación.
En dicho evento, el Oficial Toledo debió arrojarse a las aguas en un acto de extrema valentía, debiendo nadar unos veinticinco a treinta metros hasta alcanzar a una de las víctimas, logrando mantenerlo a flote y emprendiendo luego el regreso a nado hasta la embarcación. En el mismo trayecto de vuelta, el rescatista dio con la segunda persona, a quien le indicó que se sostuviera de su chaleco salvavidas, para ser transportado así, nadando lentamente y con sus piernas, hasta la embarcación. Entonces el oficial escuchó a alguna de las víctimas murmurar que faltaba uno, con lo que nuevamente se arrojó hacia la zona, donde finalmente encontró a la tercera persona con ayuda del reflector manipulado por el Ayudante Lugo, y con esta tercera persona logra también mantenerse a flote hasta que finalmente la embarcación consiguió acercarse lo suficiente para que pudieran ambos abordar en ella.