La noche del viernes se dibujaba nublada en la ciudad de Goya. Las luces de la “Petit Paris” dejaban entrever una tenue neblina que, a medida que avanzaba la noche, permitía observar la humedad del ambiente que anunciaba la calidez del día siguiente. Son las 21:30 hs. y en una parte céntrica de la ciudad, San Martín 451 para ser más exactos, la gente apresura sus últimos pasos para ingresar al renovado Teatro Vocacional Candilejas.

En lo que podría decirse que es el debut de la temporada, la sala se lució en todo su esplendor. Más de cien personas se dieron cita para ver “Mujeres en apuros” de Rubén Casabella.

Durante los 50 minutos que duró la obra, los espectadores pudieron sufrir Junto a Celita la necesidad constante de ir al baño (por Dios sin duda esa diarrea la estaba matando) un personaje muy particular, sorda como una tapia (por momentos, muy bien que “ciertas cosas” podía escuchar muy bien”). Silvia Leonor Casabonne, quien no puede concluir la “mantita para el bebé” y que juega constantemente con los malos entendidos y juegos de palabras se cansa de ir y venir al baño. Por otra parte, Marta, destacada tarotista, no puede dejar de observar el futuro que no se le avecina. Sin lugar a dudas la decadencia de “la casona” que habita le preocupa en sobre manera (no consigue que le arreglen el calefón, ni la ventana, ni la canilla). El personaje interpretado por Diana Luquez se roba constantemente las miradas y las complicidades del público, sobre todo cuando juega con Olinda (María Paula Zini), una mujer muy preocupada por su figura que realiza constantemente ejercicios (un poco exagerados) y que provoca los constantes llamados de atención de Ángela. Docente jubilada, “¡Ex directora de la escuela 65!”, mujer con cierto tinte autoritario y por momentos melancólicos que siempre recuerda con nostalgia a su hijo “Estebancito”. Nora Esquenón abandona su personalidad para ser Ángela un “amor de mujer”, preocupada por su familia, es decir por estas cuatro mujeres solas y desamparadas.

La aparición de Isidro Natalin, (Daniel Tones) alias “el loco de la tijera”, un prófugo escapado de la alcaldía que tiene de oficio ser “profesional de profesión”, destacado couffer y quien no tiene intenciones de trabajar ni de bañarse, despierta en estas mujeres una serie de inconvenientes que hacen que la trama sea de constante ingenio y diversión. Sin duda la dirección de Norma Romano consiguió darle a la obra mucho dinamismo, despliegue escénico, y mucho humor; cosa que se evidenció en la risa del público incluyendo los niños de la sala. Las luces y el sonido a cargo de Hernán Scheller y Nicolás Pozzer terminan de dar vida a una obra llena de humor.

Candilejas abrió sus puertas en este año 2023 y trajo el calor y el fuego de la pasión teatral. Viva la comedia, las risas y las alegrías. Viva el teatro.