El presbítero Hugo Zini junto al párroco emérito, padre Tomas von Schulz, celebraron una Misa en la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Rosario, que tuvo como intención rezar por el alma de Fernando Báez Sosa al cumplirse el tercer año de dicho acontecimiento. En la liturgia del miércoles se pidió por Fernando, para que “el Señor lo tenga en su gloria y dé fortaleza y consuelo a todos sus familiares y amigos, especialmente a sus papás Graciela y Silvino”.

El celebrante reflexionó sobre la palabra de Dios proclamada casi en los comienzos del evangelio de Marcos (capítulo 3).

 “Jesús, cura al hombre de la mano paralizada” y lo que hay que hacer siempre es, aquello que busca “el bien y la salvación de las personas” por eso invitó a sacar “una buena lección” de algo que nunca debería haber ocurrido y que es muy doloroso: “¡Si a la paz, no a la violencia!”.

Los padres de Fernando, Graciela y Silvino, varias veces han pedido” justicia sin venganza”. A la luz de algo tan horroroso como lo que aquí aconteció, somos invitados a superar la tentación de devolver mal por mal, y realmente ser artesanos e instrumentos de la paz como tantas veces nos invita el querido Papa Francisco.

En medio del dolor por el brutal asesinato de Fernando, la Iglesia llama a buscar y erradicar todo tipo de violencia.