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Izaron Bandera de Roerich en la Municipalidad, La Rotonda y otros lugares
IZARON BANDERA DE ROERICH EN LA MUNICIPALIDAD, LA ROTONDA Y OTROS LUGARES
Este jueves 15 de abril a las 8 horas, en el patio interno de la Municipalidad, en la Rotonda de Acceso a la ciudad de Goya, en la EFA COEMBOTA de Maruchas y en Casa de la Cultura, se procedió al izamiento de la Bandera de la Paz.
Esta actividad fue organizada por la Embajadora de Paz, María Lilia Urquijo Marambio, y el Movimiento Mil Milenios de Paz, teniendo en cuenta que el 15 de abril se celebra el Día Universal de la Cultura, bajo la Bandera de la Paz.
En la ocasión tomaron parte del sencillo acto, el Director de Cultura, “lito” Zampar, la Directora de Suministros, Gabriela López, la Directora de Promoción Social, Sonia Espina, y el Director de Prensa, Alejandro Medina.
También se hizo lo mismo en la Rotonda de acceso a la ciudad, donde estuvo la representante de la Embajada de Paz de Los Meridianos, Geraldine Ríos; Javier Caminos como representante de la Corresponsalía de Paz de la EFA Coembotá junto a los profesores Federico Díaz y Eliana Machuca, además de Lucrecia Stacioulli y la señora Alicia Gómez de Balbuena, representante de la otra corresponsalía de Paz de la Biblioteca "Marta Elgul de Paris".
En la EFA Coembotá de Primera Sección Maruchas, donde también se izó la bandera de la Paz, han participado el profesor Bartolomé Melitón Cattay junto a alumnos de la institución educativa.
La Bandera de Roerich flamea también en el Balcón de la Casa de la Cultura.
El 15 de abril de 1935, el Pacto Roerich fue firmado por representantes de 21 gobiernos de toda América, sin embargo, representó un tratado abierto a la adhesión de todos los países del mundo y generó un movimiento mundial en busca de la unidad global y rescató valores y logros de la creatividad humana.
El Pacto Roerich y la Bandera de la Paz fueron creados y promovidos por Nicolás Roerich, con el fin de proteger los tesoros del genio humano, estableciendo que las instituciones educativas, artísticas, científicas y religiosas, así como los lugares de relevancia cultural, debían ser declarados inviolables, y respetados por todas las naciones, tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz.