“…cómo si el mundo se cayera a pedazos, así fue la sensación de Máximo Brandier cuando aquel inoportuno invitado pronunció, en realidad, su verdadero nombre. La ilusión del amor eterno en Goya se hizo añicos y, desde ese momento, comenzó el camino hacia la muerte”. La historia prosigue de manera cautivante para los alumnos que, en tanto rebuscan en la memoria, intentan adelantarse y descubrir el nombre de aquel personaje que, junto a su amada, protagonizaron uno de los amores trágicos más recordados de la Argentina.